martes, 23 de febrero de 2016

Grullas saharauis

Hay dos temas recurrentes en mi vida, aparte de las cuestiones que son importantes para todos, como la familia y los amigos: por un lado, mi gusto por las manualidades, por imaginar y crear a partir de materiales cuanto más básicos mejor, por otro mi preocupación y apoyo al Pueblo Saharaui, que lleva más de 40 años abandonado por toda la comunidad internacional, en uno de los lugares más inhóspitos del planeta.

grulla saharaui
Soy una persona sensible, intento vivir con los ojos bien abiertos, así que cualquier situación injusta, tanto individual como colectiva, me sacude profundamente. Mires hacia donde mires, es fácil sentir que el mundo no funciona porque nos empeñamos en complicar nuestras vidas y las de los demás. Un día tras otro, todo parece seguir inamovible. Intento ser solidaria y tener empatía, palabra muy de moda últimamente, pero tengo la sensación de que lo que hago siempre es insuficiente.

En los tres últimos años, he creado dos proyectos relacionados con las manualidades y que he destinado a dos Asociaciones de Voluntariado vinculadas con el ámbito de la medicina. He tenido la inmensa suerte de contar con algunas personas amigas, que se han implicado con el mismo entusiasmo y dedicación que yo, que han cedido su tiempo, mucho por cierto, y que han puesto mucho esfuerzo para que esos dos sueños concluyeran con éxito, a todas ellas mi mayor agradecimiento y mi cariño. Pero también he encontrado gente que se implicó al principio y que desapareció pronto, a todas ellas mi sensación de haber perdido un tiempo precioso y un regusto amargo. Y otra gente que participó, aprendió y luego se esfumó sin más, a esas mi sentimiento de no haber sabido calar en ellas.

He llegado a conclusiones difíciles. Ya no me gustan estas asociaciones que se dicen de utilidad pública y sin ánimo de lucro, voy a ser justa, no voy a generalizar: no me gustan las experiencias que he tenido con dos asociaciones concretas, a las que no pienso nombrar. Lo que he visto ha sido grupos de personas, todas en la creencia que son muy solidarias con los ajenos, pero que en la práctica, se cuidan poco y mal entre ellas, y grupos de presidentes y personal de confianza con mucho afán de protagonismo y que no dejan cuestionar ninguna de sus decisiones.

Como decía al principio, me gustan las manualidades y me gusta mi familia saharaui, con la que tengo una relación de muchos años. Acojo a sus niños, mis niños, durante los meses de verano, les envío paquetes con alimentos, medicinas y una cantidad de dinero cada 4 meses. Hasta hace unos días suponía sacrificar las vacaciones estivales y controlar el gasto cotidiano. Desde hace unas semanas, para mantener ese compromiso tan meditado en su día, supondrá sacrificar lo anterior y mucho más porque aunque el despido laboral de David nos traiga un futuro, ahora mismo, inseguro, el de ellos es aterrador, peor aún, inexistente. La subsistencia de mi familia saharaui y de todas las demás familias depende, exclusivamente de la ayuda internacional, cada vez más escasa, y de la solidaridad de personas índividuales que forman una red de apoyo común.

Creo que estaría bien aunar familia saharaui y manualidades. Estoy iniciando un proyecto, esta vez personal. Durante este año expondré mis trabajos, un domingo de cada mes, en un mercadillo artesanal en Cornellá, el pueblo donde vivo. Mi intención, además de conocer gente y hacer visibles mis creaciones, es conseguir algún ingreso extra con destino saharaui.

princesa y caballero que viven en casa de Sandra
Colocaré mi primer puesto el próximo día 17 de abril, una semana antes de la festividad de Sant Jordi. Me estrenaré con dragones, princesas y muchas cosas más, es un bonito comienzo. Me hace mucha mucha ilusión...

Podéis ver todas mis creaciones y trabajos manuales en grullasenlaventana.blogspot.com.es

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