sábado, 31 de mayo de 2014

¿Coste o negocio?

El conflicto afecta no solo a los saharauis. Impide que se aborden otros problemas que existen en la zona, como la inmigración, el terrorismo,...y que también afectan a Europa.

Además Marruecos es hoy rehén de su propia ocupación. Está en una situación  política y económica difícil, mantiene una guerra de desgaste que le está pasando factura. Las autoridades marroquíes no facilitan datos sobre este coste. El desembolso económico para mantener y equipar al ejército, los gastos civiles para construir carreteras, las primas y exenciones fiscales otorgadas a los funcionarios marroquíes nombrados en los territorios ocupados,..., suponen el no desarrollo de Marruecos.

El mantenimiento del muro también tiene un elevado coste económico. Cuando se compran productos marroquíes o fabricados en Marruecos se está costeando, en parte, el muro.

Además, hay que tener en cuenta que el conflicto, con el cierre de la frontera entre Argelia y Marruecos, y la paralización del Magreb Árabe, tiene consecuencias para toda la región.

Sin embargo, los partidarios de la independencia saharaui, sostienen que la ocupación del Sáhara es un auténtico negocio, en virtud de la expoliación de las riquezas del territorio. Marruecos controla casi la mitad de las reservas mundiales de fosfatos, la mitad de los ingresos del país. Un buen negocio.

Los recursos expoliados

Los recursos naturales del Sáhara Occidental son uno de los aspectos más evidentes del conflicto con Marruecos.

El descubrimiento, en 1947, de yacimientos ricos en fosfatos, en Boucraa, incrementó la importancia económica del territorio. Estas minas son las más grandes del mundo y sin lugar a dudas, es una de las razones por las que Marruecos empezó a reivindicar el Sáhara Occidental. Los saharauis han sido sistemáticamente marginados de la industria de Boucraa: en 1968, pocos años antes de que Marruecos se apoderara de sus yacimientos, la mayoría de los trabajadores eran saharauis. Hoy solo son un 2O%.


Estados Unidos es el mayor importador de fosfatos. Durante una década, el 99% de sus importaciones han procedido del Sáhara Occidental. Los ingresos anuales obtenidos por Marruecos con esta explotación, en 2008, ascendieron a 1.700 millones de dolares, el equivalente a dar 10.000 dolares anuales, a cada uno de los refugiados saharauis.

Otros importadores son Nueva Zelanda, Australia, México, Venezuela, España,...

Por otro lado, también se han detectado uranio, petróleo, gas, plomo, titanio, oro, cinc. Algunas compañías petrolíferas extranjeras realizan oficialmente las prospecciones.


La zona pesquera del Sáhara Occidental se encuentra entre las zonas de pesca más ricas del mundo. El 90% de la pesca de altura de Marruecos se encuentra en esta región. La industria pesquera está en manos de Marruecos y cada vez es más importante. Algunas estimaciones indican que entre un 70% y un 90% de las capturas marroquíes embarcan en los puertos del Sáhara Occidental.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Arte por la paz: las flores del muro

Mohamed Moulud Yeslem es un pintor y artista saharaui que realizó, en el año 2013, en la ciudad de Gavá, el proyecto "por cada mina una flor". Consiguió que diversas asociaciones, escuelas y ciudadanos de a pie, hicieran flores de diversos materiales, para llevarlas y sembrarlas frente a los millones de minas que rodean el Muro de la Vergüenza.

Moulud Yeslem


se consiguió plantar 3500 flores
El artista realizó varias performance en Madrid y Barcelona divulgando el proyecto, sembrando minas de papel que quedaban pegadas a los pies de quien las pisaba.

en cada mina hay un mensaje escrito
"si fuera una mina real, usted estaría ahora mutilado"

El muro de la vergüenza

Es un conjunto de ocho muros defensivos de una longitud superior a los 2.700 kilómetros, construidos por Marruecos en el Sáhara Occidental. Es una zona militar con búnkeres, vallas y campos de minas construida con el fin de proteger el territorio ocupado por Marruecos de las incursiones del Frente Polisario y evitar la vuelta de los refugiados saharauis. Su construcción se empezó en 1982 y se ha ido realizando en distintas fases, hasta 1987. En muchos lugares el muro es, en realidad, un conjunto consecutivo de distintos muros. El territorio más allá del muro está bajo el control del Frente Polisario, denominado "zonas liberadas".




El muro está defendido por unos 100.000 militares marroquíes. Cada 4 o 5 kilómetros está desplegada una compañía militar de infantería.

2.720 kilómetros de muro
250 baterías de artillería
miles de minas antipersonas
20.000 kilómetros de alambre de espinos

El muro fue construido por el ejército marroquí con ayuda de expertos israelíes y la asistencia financiera de Arabia Saudita.









martes, 27 de mayo de 2014

Nuestras segundas vacaciones en paz

Es difícil escribir sobre Futella. Es fácil escribir sobre Futella. El problema es que nunca terminaría porque es una niña intensa, excepcional. Se podría decir mil cosas sobre ella y no sería suficiente.

Siempre ha sido una niña adulta, una mezcla que sorprende, sobre todo si se la compara con los niños y niñas que aquí tienen su edad. Orgullosa, sobre todo de ser saharaui. Altiva, cualidad que le ayuda a aprender deprisa. Valiente, supera todas las dificultades con las que se va encontrando. Inteligente, siempre interesada en saber, en ir más allá, en comprender esta parte del mundo, tan distinta al suyo. Dada a las comparaciones, de entre su vida y la nuestra, elige sin dudar la suya e intenta convencerte. Noble, antes de terminar de crecer, ya se sabe que será buena persona. Apegada a su familia, a su tierra sin futuro, a nosotros, su familia española. Fácil de querer, en sus afectos, sin embargo, no es orgullosa, nos quiere y nos lo dice, demuestra, aún ahora, lo importante que somos para ella. Fácil de cuidar, sabes que no la tienes que proteger, que está segura de sí misma.


Llegó tras  Segma, que nos trajo el desierto y a su sobrina. Tan distintas y tan iguales. Cinco años con ella, cinco veranos aprendiendo de una niña pequeña, recibiendo lecciones de sensatez y de supervivencia, diez meses, en total, que han cambiado nuestras vidas.

Este será el segundo verano que pasaremos sin ella. Se nota su ausencia,  el tiempo en esos días avanza muy despacio. La tristeza de no verla se apacigua al pensar que estará feliz con los suyos, al tener la certeza de que todo lo que ha vivido aquí le servirá, seguro, de que le ha hecho aún más fuerte, me atrevo a decir que hasta un poco más sabia.

Hoy Futella vive con su familia en Auserd, uno de los campamentos de refugiados saharauis situados en el sur de Argelia. Para nosotros, es nuestra niña.


















Nuestras primeras vacaciones en paz

SEGMA trajo el desierto a casa. Piel morena, pelo rizado muy ensortijado, ojos profundos de un negro intenso, piernas y brazos desproporcionados y extremadamente delgados. Toda dulzura.
Conocerla nos dejó una huella profunda y nos hizo mejores como personas. Quererla fue muy fácil. Vive con su familia, en Auserd, uno de los campamentos de refugiados saharauis, situados en Argelia. Su recuerdo es eterno.







El apoyo solidario

En España, son más de 400 las asociaciones que cooperan con el pueblo saharaui, aportando ayuda humanitaria, intercediendo para el acogimiento de niños y niñas durante los meses de verano, por parte de familias españolas, y organizando caravanas de entrega de alimentos en los campamentos de refugiados de Tindouf.


Otras organizaciones trabajan en los territorios ocupados por Marruecos, apoyando la lucha política y la defensa de los derechos humanos y organizando campañas de denuncia contra el expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental.

La soledad de los saharauis

Los distintos gobiernos de España dicen que se han alineado junto a la ONU, para resolver el conflicto saharaui. La realidad es otra. El Gobierno de Zapatero se comprometió a hacer todo lo necesario pero su actitud de acercamiento a Marruecos le ha supuesto acusaciones de ceder ante Rabat y abandonar la política tradicional española de apoyo a la causa saharaui.

En declaraciones recientes, el primer Ministro del Frente Polisario califica de decepcionante y distante la relación del gobierno de Rajoy con el pueblo saharaui.




Entrevista a Abdel Gader Taleb Omar

En una entrevista realizada durante este mes de mayo, el primer ministro del Frente Polisario, Abdel Gader Taleb Omar, rechaza que el Sáhara pueda convertirse en una autonomía de Marruecos y anuncia la posibilidad de volver a las armas, si la ONU no avanza hacia la solución del conflicto.

Los saharauis están cansados de esperar, de escuchar promesas. No confían en las resoluciones de la ONU, que, una vez más, ha resuelto no hacer nada hasta el próximo año. En los campamentos, el Frente Polisario sufre un fuerte desgaste. La paciencia de los saharauis está llegando a su límite.

La última resolución de la ONU no otorga a la Minurso la prerrogativa para vigilar el respeto a los derechos humanos. El informe del Secretario General, Banki Moon, señala, por primera vez, que no se puede explotar los recursos del Sáhara Occidental en contra de los saharauis.

La ONU ha fijado la fecha del 29 de abril de 2015 para imponer a Marruecos una solución, si para entonces no se han producido avances serios en las negociaciones.

El conflicto enquistado

El conflicto del Sáhara Occidental se alarga ya 38 años. Las posturas irreconciliables de las partes, la poca efectividad de la ONU para llevar a cabo sus resoluciones y la pasividad de la comunidad internacional, explican por que el proceso sigue enquistado.

La principal traba para la celebración del referéndum ha sido el censo de votantes. Se ha ido aplazando varias veces por los recursos de apelación interpuestos por Marruecos, en los que exige que los marroquíes instalados en la zona ocupada, tengan también derecho al voto. Desde la ocupación, Marruecos ha llevado decenas de miles de colonos, con la intención de conseguir inclinar el censo a su favor. A día de hoy la población saharaui  ya es minoritaria en la zona ocupada.

Para la ONU, el Sáhara sigue siendo un territorio pendiente de descolonizar. Nunca ha reconocido a Marruecos como potencia administradora.
En 2003, James Baker, el entonces enviado personal del Secretario General de la ONU para el conflicto del Sáhara, propone un plan que recoge cuatro posibles soluciones:

  1. Referéndum de autodeterminación: tras un periodo de 5 años de autonomía bajo soberanía marroquí. Se dio como fecha de celebración del referéndum el 26 de enero de 1992. Desde entonces se encuentra bloqueado debido a las apelaciones marroquíes.
  2. Autonomía del Sáhara bajo soberanía marroquí: contempla que la moneda, las aduanas, los asuntos internos, la policía y otros asuntos de Estado dependan de Marruecos.
  3. División del territorio en dos partes: Marruecos se quedaría con la zona norte, el llamado Sáhara útil, por concentrar los mayores recursos como las explotaciones de fosfatos. Es una solución poco probable.
  4. Retirada de la Minurso; la ONU no va a solucionar el problema del Sáhara Occidental sin exigir a una de las partes o a las dos, que hagan algo que no desean hacer.        

España responsable

En 1973, España comunica a la ONU, la intención de realizar un referéndum de autodeterminación a principios de 1975 y de retirarse definitivamente del Sáhara.

Marruecos y Mauritania se oponen a la fórmula del referéndum y reclaman la soberanía sobre el territorio, argumentando derechos históricos. En octubre de 1975,  se inicia la "marcha verde", una caravana de 350.000 marroquíes desarmados que se desplazan hacia el Sáhara Occidental.


Se inicia una ronda de encuentros entre España y Marruecos que desembocan en un acuerdo en el que España cede la administración del Sáhara a Marruecos, a cambios de contrapartidas económicas y políticas.

En 1976, España abandona el Sáhara y el Frente Polisario proclama, en el desierto, la República Árabe Saharaui Democrática e inicia una guerra de guerrillas en dos frentes: Mauritania y Marruecos.

En 1979, Mauritania, empobrecida por la guerra y debilitada políticamente tras un golpe de estado, firma la paz con la RASD. Su retirada es seguida por una nueva ocupación marroquí.

En 1980, Estados Unidos y Francia, participan en la construcción de los muros defensivos que parten el territorio del Sáhara en la zona ocupada por Marruecos y las tierras liberadas y controladas por el Frente Polisario.

Desde 1980 y hasta 1991, se inicia un proceso de paz que no llega a aplicarse,y se despliega personal civil y militar de la Minurso.



En 1991, se pone en marcha el Plan de Arreglo. Desde el primer momento surgen desacuerdos entre las partes por los distintos criterios de identificación para la elaboración del censo electoral.

Paralelamente se inicia "la segunda marcha verde": 170.000 marroquíes se trasladan a las zonas ocupadas con la intención de solicitar su inscripción en el censo. El Plan de Arreglo queda bloqueado.


La ONU, tras el bloqueo marroquí, abre la vía autonómica, que significa la integración del Sáhara en Marruecos. El Frente Polisario y Argelia se oponen tajantemente. Desde  entonces, el conflicto permanece estancado aunque se mantiene el alto el fuego, supervisado por la Minurso.







lunes, 26 de mayo de 2014

Cuando el tiempo se detuvo

El Sáhara Occidental nunca ha existido como Estado. La ausencia de un proceso descolonizador y la posterior ocupación de Marruecos, no permitieron la construcción del Estado Saharaui.
Éste fue proclamado en el exilio por el Frente Polisario, el 27 de febrero de 1976, bajo el nombre de República Árabe Saharaui Democrática (RASD), un estado sin territorio, cuya administración es efectiva únicamente en los campamentos de refugiados instalados en Argelia y en las zonas liberadas.




El Sáhara es el único país africano que no ha accedido a su independencia.




A quien aguanta le llegará la sombra

Los hombres, mujeres y niños saharauis llevan más de 38 años viviendo en campamentos de refugiados cerca de la localidad argelina de Tindouf, una de las regiones más inhóspitas del mundo. 

Nada se interpone al sol. Arena y horizonte son una misma pieza. Lo único que rompe la monotonía del desierto son las personas. Personas pacientes y atrapadas a la vez. La provisionalidad de sus hogares descorazona. Hace 38 años levantaron una jaima, al lado otra, y otra...un pueblo entero.






Mera supervivencia

La vida en los campamentos saharauis es muy dura: arena y más arena, piedras y más piedras, cielo y más cielo. No hay recursos. No se produce. La población depende de la ayuda exterior para su supervivencia, sin embargo, ha ido decreciendo con los años y ya no alcanza para cubrir todas las necesidades.

Cada familia recibe al mes una cantidad de alimentos básicos (azúcar, té, harina, arroz, lentejas, aceite, leche en polvo) proporcional al número de miembros que la componen.


Durante unos años se ha ensayado una "economía de mercado" basada en los escasos excedentes de productos no básicos, mediante la instalación de pequeñas "tiendas", donde puede gastarse el escaso dinero que circula en los campamentos.






Donde la arena puso nombre a un desierto

Los campamentos de refugiados saharauis están situados en un lugar del desierto llamado "hamada" que significa "infierno". Existe una enorme variabilidad térmica entre el día y la noche, entre el verano y el invierno, y una falta, casi absoluta de precipitaciones.

A pesar de la enorme extensión de piedra y arena, de los escasos pozos de agua, de las temperaturas que en verano superan los 50º C, de la falta de vegetación,...,el pueblo saharaui ha sido capaz de construir una sociedad organizada en el desierto. Sobran arena y tiempo, todo lo demás escasea.