Marruecos se encuentra caca vez más aislada por la comunidad internacional y su reacción ha sido una desafiante intransigencia hacia la ONU y los Estados Unidos.
El gobierno de la RASD ha acusado al Rey de Marruecos de despreciar a la comunidad internacional en el discurso que pronunció con motivo del 39 aniversario de la "Marcha verde" y considera que Mohamed VI, en un tono amenazante e intransigente, ha hecho caso omiso del derecho internacional e ignora todos los llamamientos que exigen medidas urgentes.
Según la RASD, el Rey de Marruecos pretende imponer a Naciones Unidas, las grandes potencias y las organizaciones de defensa de los derechos humanos, su lógica colonial en vez de cumplir con el derecho internacional.
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