El matrimonio saharaui, un gran acontecimiento social

El matrimonio saharaui es un gran acontecimiento social y su celebración se lleva a cabo con lo presencia de los novios, de los padres, de dos testigos, uno por cada parte y del kadi. Antes de la firma, el juez se reúne con los futuros esposos, por separado, para prevenir los matrimonios forzosos. 

Uno de los rasgos principales del matrimonio saharaui , instaurado para prevenir la poligamia, es que la firma del esposo en este acto, invalida cualquier matrimonio anterior.

La mujer divorciada puede volver a casarse cuando estime conveniente porque el divorcio no hace disminuir ni su estima ni la de su familia, por lo que sigue gozando del respeto y de la consideración tanto de los suyos como los de la sociedad.

La novia se viste con una melfa de color negro, pinta sus manos con henna y se cubre con joyas de plata tanto tradicionales como modernas.

El novio se viste con un darra blanco o azul y lleva atado al cuello un turbante negro.

Para la fiesta se levanta una jaima especial. El novio, antes de entrar en la tienda, tiene que dar 7 vueltas alrededor de ésta y una vez dentro, tiene que dejar un espacio vacío para la novia. La novia entra en la jaima acompañada de sus amigas entre aplausos y uyuyues. La música y el baile durarán hasta altas horas de la noche. La celebración puede durar 3 o 4 días.

El matrimonio comienza con el rito de la dote, en el domicilio de la familia del novio. La dote la paga el novio y puede variar según su situación social y financiera. Suele constar de varias reses de ganado, cortes de telas para confeccionar melfas, perfumes, algunos muebles y enseres,...