Traición, deslealtad, incoherencia, ignorancia, tergiversación, falseamiento...vergüenza por anteponer sus intereses económicos y personales.
Una cosa es predicar y otra dar trigo. Felipe González ha cambiado el socialismo obrero por un socialismo ocioso. Ahora se dedica a navegar en impresionantes veleros y a recorrer el mundo, será porque puede...y no le importa reconocer, sin tapujos, que forma parte de la casta que critica el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Se dedica a hacer predicciones catastrofistas desde posiciones de ultaderecha y alimenta su arrogancia, creando una fundación que destaca su propia trayectoria profesional y personal.
Lo dicho, una vergüenza...pero esperemos que la historia ponga a González en el lugar que verdaderamente le corresponde. Muchos de sus incondicionales hace tiempo que dejaron de admirarle porque se sintieron estafados.
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